sábado, 3 de diciembre de 2011

La onicofagia en la evaluación psicologia forense


LA ONICOFAGIA





Distrofias por Onicofagia severa Distrofias por onicofagia severa
Durante una entrevista se debe observar al entrevistado en forma global, cualquier detalle inusual debe ser tomado, por ejemplo cuando se observan las manos de la persona y las uñas de sus dedos presentan alteraciones estas nos pueden dar indicadores de su personalidad o su situacion emocional, algunas personas puden presentar deformaciones en las uñas a consecuensia de que se las muerden, medicamente este hábito se conoce como Onicofagia, 

La onicofagia es el hábito compulsivo de morderse y comerse las uñas. El borde libre de la uña desaparece y ésta se unde en el lecho ungueal.  La reiteración en el tiempo provoca varias lesiones, como inflamación y elevación de los bordes laterales o incluso formaciones verrugosas secundarias a la hiperplasia cuticular. Los hábitos de morderse las uñas más agresivos pueden provocar hemorragias subungueales y pérdida de tiras ungueales, que pueden dejar espolones ungueales residuales o conllevar la pérdida de toda la uña. Los desperfectos a nivel de los pliegues ungueales, como son las cutículas y padastros, pueden manifestarse en forma inflamación aguda del tejido celular de los dedos, con exacerbaciones infecciosas agudas. En los casos severos se produce un deterioro de la placa ungueal y la formación de cicatrices locales con distrofia de toda la unidad ungueal y anomalías de la matriz.
Las uñas mordidas y posteriormente ingeridas pueden rasgar la faringe y producir reacciones inflamatorias. También pueden aspirarse y pasar al árbol bronquial favoreciendo infecciones o complicaciones en el tejido pulmonar. Pero lo más habitual es que pasen al tubo digestivo y acaben mezclándose con las heces al final del trayecto dada la imposibilidad de digerir el resto ungueal.
Las uñas son herramientas que nos facilitan muchas acciones, como la tarea de coger cosas, abrir objetos, además de brindar protección de agresiones externas el extremo de los dedos. Un dedo sin uñas es como un dedo amputado que no puede desempeñar todas sus funciones como es debido. Igualmente la acción de morderse las uñas desde temprana edad cuando esta es intensa y se prolonga en el tiempo puede provocar hipertrofia de los tejidos adyacentes, retroceder la raíz ungueal del borde de la uña, y llevar a alteraciones graves en la estética dental y bucal.
Causas que influyen en el hábito de morderse las uñas:
Las personas nerviosas están más predispuestas a padecer onicofagia. El hábito o compulsión de comerse las uñas pueden observarse en individuos en estados obsesivos, compulsivos, agresivos  como forma de calmar sus momentos de ansiedad, angustia, tristeza, etc. Cualquiera de estos estados puede desencadenar inconscientemente y de una manera frenética un impulso de comerse las uñas. El estrés, las dificultades para resolver problemas cotidianos ya sean sociales, laborales o escolares (exámenes) son causas frecuentes que pueden desarrollar conductas inapropiadas que llevar a una persona a comerse las uñas.

La Onicofagia como pauta psicosomática:
Aunque no es común encontrar este hábito en todas las personas que presentan algún tipo de trastorno o conflicto emocional, se pueden detectar algunos eventos que pueden favorecer actitudes negativas e influir emocionalmente en el comportamiento del sujeto durante la niñez, adolescencia y hasta la edad adulta. Por ejemplo: cambios dramáticos en la unidad familiar, discusiones y agresiones domesticas reiteradas ante el sujeto, no aceptar la pérdida de un ser querido, divorcios y separaciones de los padres, rechazo a los padrastros o madrastras, rechazo a la incorporación en la familia a nuevos hermanos, malos tratos y humillaciones, presión por los estudios en el ambiente familiar, etcétera. En la mayoría de estas causas la frustración acumulada, la ansiedad, la angustia, la inseguridad, la timidez y la baja autoestima son los rasgos más significativos que pueden llevar al sujeto a morderse las uñas. Este hábito es el que ayuda a disminuir todas las emociones negativas en el sujeto de forma errónea y es al mismo tiempo la evidencia física de estos conflictos emocionales. Esta manía irá desapareciendo conforme se solucionan los conflictos emocionales y  se adquiere confianza y seguridad en el ámbito familiar, escolar, laboral o social.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Componentes de la evaluación psicológica / Protocolo de Estambul

El PROTOCOLO DE ESTAMBUL o  Manual para la investigación y documentación eficaces de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes recomienda los siguientes componentes para la realización de una evaluación psicológica a una persona que ha sido víctima de  actos de tortura, tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes por parte de elementos de alguna coorporacion policiaca o militar de cualquier país.

Los compenentes descritos a continuación se encuentran en el capítulo VI  el cual se denomina SIGNOS PSICOLÓGICOS INDICATIVOS DE TORTURA, en el apartado C. EVALUACIÓN PSICÓLOGICA/PSIQUIÁTRICA, SECCION 3. COMPONENTES DE LE AVALUACIÓN PSICÓLOGICA/PSIQUIÁTRICA.

Introducción
En la introducción se mencionará la entidad que envía al sujeto y se hará un resumen de las
fuentes colaterales (por ejemplo, expedientes médicos, jurídicos y psiquiátricos) y una
descripción de los métodos de evaluación utilizados (entrevistas, inventarios de síntomas, listas
de comprobación y pruebas neuropsicológicas).

a) Historia de las tortura y malos tratos
Se harán esfuerzos por recoger la historia completa de las torturas, persecuciones y otras
experiencias traumáticas importantes. Esta parte de la evaluación suele
ser agotadora para la persona que está siendo evaluada. Por consiguiente, puede ser necesario
proceder en varias sesiones. La entrevista comenzará por un resumen general de los
acontecimientos para luego pasar a los detalles de las experiencias de tortura. Es preciso que el
entrevistador conozca las cuestiones jurídicas pertinentes ya que éstas determinarán la naturaleza
y la cantidad de información necesaria para bien documentar los hechos.

b) Quejas psicológicas actuales
La determinación del funcionamiento psicológico actual constituye el núcleo de la
evaluación. Como los prisioneros de guerra gravemente brutalizados y las víctimas de violación
sexual muestran en un 80 a 90% de los casos una prevalencia de por vida del trastorno de estrés
postraumático, será preciso formular preguntas concretas relativas a las tres categorías de
trastorno de estrés postraumático del DSM-IV (retorno de la experiencia del acontecimiento
traumático, evitación, embotamiento de la reactividad, incluida la amnesia, y excitación).
Se describirán en detalle los síntomas afectivos, cognitivos y conductuales, y se especificará la
frecuencia, con ejemplos, de pesadillas, alucinaciones y reacciones de sobresalto. La ausencia de
síntomas puede deberse a la naturaleza episódica y con frecuencia diferida del trastorno de estrés
postraumático o a que se nieguen los síntomas a causa de la vergüenza.

c) Historia posterior a la tortura
En esta parte de la evaluación psicológica se trata de obtener información sobre las
actuales circunstancias de la vida del sujeto. Es importante investigar las fuentes actuales de
estrés como, por ejemplo, separación o pérdida de seres queridos, huida del país de origen o vida
en el exilio. Además, el entrevistador deberá investigar qué capacidad tiene la persona de ser
productiva, ganarse la vida y ocuparse de su familia, así como con qué apoyos sociales puede
contar.

d) Historia previa a la tortura
Si corresponde, describir la infancia, adolescencia y entrada en la vida adulta de la víctima,
así como su entorno familiar, morbilidad familiar y composición de la familia. Deberá asimismo
hacerse una descripción de la escolaridad de la víctima y su vida laboral. Describir todo caso de
traumas antiguos, como malos tratos durante la infancia, traumas de guerra o violencia
doméstica, así como el medio cultural y religioso de la víctima.

La descripción de los traumatismos previos es importante para evaluar el estado de salud
mental y el nivel de funcionamiento psicosocial de la víctima de la tortura antes de la experiencia
traumática. De esta forma el entrevistador puede comparar el actual estado de salud mental con
el que presentaba el sujeto antes de la tortura. Para evaluar los antecedentes el entrevistador
deberá tener en cuenta que la duración y gravedad de las respuestas al trauma se ven afectadas
por múltiples factores. Algunos de estos factores, no los únicos, son las circunstancias de la
tortura, la percepción e interpretación de la tortura por parte de la víctima, el contexto social
antes, durante y después de la tortura, los recursos de la comunidad y de las personas cercanas,
y sus valores y actitudes con respecto a las experiencias traumáticas, así como diversos factores
políticos y culturales, la gravedad y la duración de los hechos traumáticos, los factores de
vulnerabilidad genética y biológica, la fase de desarrollo y edad de la víctima, la historia previa
de traumas y la personalidad preexistente. En muchos casos, por falta de tiempo y otros
problemas, puede ser difícil obtener toda esta información en las entrevistas. De todas formas,
es importante conseguir datos suficientes acerca del estado mental y el funcionamiento
psicosocial anteriores del sujeto para hacerse una idea de la medida en que la tortura ha
contribuido a los problemas psicológicos.

e) Historia clínica
La historia clínica resume las condiciones de salud antes del trauma, el estado actual, los
dolores corporales, las quejas de tipo somático, las medicinas utilizadas y sus efectos
secundarios, aspectos importantes de la vida sexual, intervenciones quirúrgicas anteriores y otros
datos médicos.

f) Historia psiquiátrica
Deberá interrogarse a la persona sobre sus antecedentes de trastornos mentales o
psicológicos, la naturaleza de los problemas, y si ha recibido tratamiento o ha necesitado
hospitalización psiquiátrica. También se le interrogará acerca de su uso terapéutico anterior de
medicinas psicotrópicas.

g) Antecedentes de uso y abuso de sustancias psicotrópicas
 El médico deberá preguntar al sujeto si ha consumido sustancias psicotrópicas antes y
después de la tortura, si se han producido cambios en la modalidad de uso y si está utilizando
sustancias para hacer frente al insomnio o a sus problemas psicológicos/psiquiátricos.
Las sustancias en cuestión son no sólo alcohol, cannabis y opio, sino también sustancias que se
utilizan abusivamente en las regiones como la nuez de betel y otras muchas.

h) Examen del estado mental
 El examen del estado mental comienza en el momento en que el especialista se encuentra
con el sujeto. El entrevistador deberá tomar nota del aspecto de la persona, considerando, por
ejemplo, posibles signos de malnutrición, falta de limpieza, cambios en la actividad motriz
durante la entrevista, uso del lenguaje, contacto ocular, capacidad de establecer una relación con
el entrevistador y medios que el sujeto utiliza para establecer comunicación. En el informe de la
evaluación psicológica deberán incluirse todos los aspectos del examen del estado mental, con
los siguientes componentes: aspectos como apariencia general, actividad motriz, lenguaje,
estado de ánimo y afectividad, contenido del pensamiento, proceso mental, ideas de suicidio y
homicidio, y examen cognitivo (orientación, memoria a largo plazo, rememoración intermedia y
rememoración inmediata).

i) Evaluación del funcionamiento social
285. El trauma y la tortura pueden, directa e indirectamente, dañar la capacidad funcional de la
persona. Además, la tortura puede causar indirectamente disfunciones e invalideces cuando las
consecuencias psicológicas de la experiencia alteran la capacidad del individuo para cuidar de sí
mismo, ganarse la vida, mantener a la familia o proseguir sus estudios. El especialista deberá
evaluar el actual nivel de funcionamiento del sujeto interrogándole acerca de sus actividades
cotidianas, su función social (como ama de casa, estudiante, trabajador), sus actividades sociales
y recreativas y su percepción del propio estado de salud. El entrevistador pedirá al sujeto que
evalúe su propio estado de salud, que hable de la presencia o ausencia de una sensación de
cansancio crónico y que comunique los cambios que eventualmente haya experimentado en su
funcionamiento general.

j) Pruebas psicológicas y utilización de listas de comprobación y cuestionarios
 Son escasos los datos que se han publicado sobre la utilización de las pruebas psicológicas
(pruebas proyectivas y objetivas de personalidad) en la evaluación de los supervivientes de la
tortura. Además, las pruebas psicológicas de la personalidad carecen de validez transcultural.
Estos factores se combinan limitando gravemente la utilidad de las pruebas psicológicas para la
evaluación de las víctimas de la tortura. En cambio, las pruebas neuropsicológicas pueden ser
útiles para evaluar casos de lesiones cerebrales resultantes de la tortura .

La persona que ha sobrevivido a la tortura puede tener dificultades para expresar en palabras sus
experiencias y síntomas. En ciertos casos puede ser útil utilizar listas de comprobación sobre
acontecimientos traumáticos y síntomas. Si el entrevistador estima que podría ser útil utilizar
estas listas, hay numerosos cuestionarios disponibles, aunque ninguno de ellos se refiere
específicamente a las víctimas de la tortura.

k) Opinión clínica
Para formular una opinión clínica a fin de informar sobre signos psicológicos de tortura,
deberán formularse las siguientes preguntas importantes:

i) ¿Hay una concordancia entre los signos psicológicos y la denuncia de tortura?
ii) ¿Se puede decir que los signos psicológicos observados constituyen reacciones
esperables o típicas frente a un estrés extremo dentro del contexto cultural y social
del individuo?
iii) Considerando la evolución fluctuante con el tiempo de los trastornos mentales
relacionados con traumas, ¿cuál sería el marco temporal en relación con los hechos
de tortura? ¿En qué punto del proceso de recuperación se encuentra el sujeto?
iv) ¿Cuáles son los factores de estrés coexistentes que afectan al sujeto (por ejemplo,
una persecución que aún dura, migración forzada, exilio, pérdida de la familia o
pérdida de la función social)? ¿Qué repercusión tienen estos factores sobre el sujeto?
v) ¿Qué condiciones físicas contribuyen al cuadro clínico? Merecen especial atención
los traumatismos craneales sufridos durante la tortura o la detención.
vi) ¿Hace pensar el cuadro clínico que la denuncia de tortura es falsa?

 El especialista deberá dar su opinión sobre la coherencia de los signos psicológicos y la
medida en que éstos guardan relación con los presuntos malos tratos. Deberán describirse el
estado emocional y la expresión de la persona durante la entrevista, sus síntomas, la historia de
detención y tortura y la historia personal anterior a la tortura. Se tomará nota de factores como la
aparición de síntomas específicos relacionados con el trauma, la especificidad de todos los
signos psicológicos y las modalidades de funcionamiento psicológico. También se considerarán
factores adicionales como la migración forzada, el reasentamiento, dificultades de aculturación,
problemas de idioma, desempleo, pérdida del hogar y situación familiar o social. Se evaluará y
describirá la relación y la concordancia entre los acontecimientos y los síntomas. Ciertas
condiciones físicas, como los traumatismos craneales o las lesiones cerebrales, pueden requerir
una evaluación más detallada. Tal vez sea recomendable proceder a evaluaciones neurológicas o
neuropsicológicas.

. Si el superviviente presenta una sintomatología acorde con algún diagnóstico psiquiátrico
del DSM-IV o de la CIE-10, se especificará el diagnóstico. Puede ser aplicable más de un
diagnóstico. También en este caso debe advertirse que si bien un diagnóstico de trastorno mental
relacionado con un trauma apoya una denuncia de tortura, el hecho de que no se reúnan los

criterios de diagnóstico psiquiátrico no significa que el sujeto no haya sido torturado.
El superviviente de la tortura puede no reunir el conjunto de síntomas necesario para satisfacer
plenamente los criterios de diagnóstico de alguna entidad del DSM-IV o de la CIE-10. En estos
casos, como en otros, los síntomas que presente el superviviente y la historia de la tortura que
afirme haber experimentado se considerarán como un todo. Se evaluará y describirá en el
informe el grado de coherencia que exista entre la historia de tortura y los síntomas que el sujeto
comunique.

Es importante tener en cuenta que ciertas personas hacen denuncias falsas de tortura por
muy diversas razones, mientras que otras pueden exagerar experiencias relativamente triviales
por razones personales o políticas. El investigador deberá tener siempre presentes esas
posibilidades y tratar de identificar posibles razones para la exageración o invención. De todas
formas, el especialista no debe olvidar que tal invención exige un conocimiento detallado de la
sintomatología relacionada con los traumas que muy poca gente posee. Todo testimonio puede
presentar incoherencias por diversas razones válidas, como problemas de memoria resultantes de
una lesión cerebral, confusión, disociación, diferencias culturales en la percepción del tiempo o
fragmentación y represión de recuerdos traumáticos. Para documentar con eficacia los indicios
psicológicos de la tortura es necesario que el especialista tenga la capacidad necesaria para hacer
en su informe una evaluación de coherencias e incoherencias. Si el entrevistador sospecha que
hay invención, habrán de preverse entrevistas adicionales que permitan aclarar cualquier
incoherencia que figure en el informe. También familiares o amigos podrán tal vez corroborar
ciertos detalles de la historia. Si el especialista realiza exámenes adicionales y sigue
sospechando que hay invención, deberá remitir el sujeto a otro especialista y pedir la opinión de
su colega. La sospecha de invención se documentará con la opinión de dos especialistas.

l) Recomendaciones
Las recomendaciones que resulten de la evaluación psicológica dependerán de la cuestión
planteada junto con la solicitud de evaluación. Puede tratarse de cuestiones de tipo legal y
judicial o de solicitudes de asilo o reasentamiento o de la necesidad de un tratamiento.
Las recomendaciones pueden ir en el sentido de que se realice una nueva evaluación, por
ejemplo pruebas neuropsicológicas, o un tratamiento médico o psiquiátrico o de señalar la
necesidad de seguridad o asilo.

Si existen dudas, el Protocolo de Estambul es un documento ampliamente difundido en internet, basta realizar la busqueda con cualquier buscador y parecera cualquier cantidad de ligas para acceder al mismo, aqui  un link:
http://www.ohchr.org/Documents/Publications/training8Rev1sp.pdf

lunes, 14 de noviembre de 2011

Formato de Dictamen Psicológico

Dependencia de gobierno
Área o departamento de Psicología al que pertenece al perito
Numero de folio asignado a la intervención pericial
Número de expediente
Asunto: Dictamen psicológico

Lugar y Fecha

Autoridad a la que se presenta el dictamen.
Titulo profesional: Licenciado, Maestro Doctor
Nombre completo
Cargo
Dependencia
P R E S E N T E

Exordio o proemio.
(Por medio del presente escrito y en relación al oficio numero 000 del expediente 0000  de fecha día/mes del año en curso, en el cual se solicita (se transcribe la petición de la intervención del perito en psicología ),  al respecto me permito remitir el siguiente:

DICTAMEN PSICOLOGICO

1.- PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Se transcribe el planteamiento del problema tal cual lo solicitó la autoridad correspondiente o la persona que solicita la intervención del dictamen psicológico.
 
2.- METODOLOGÍA

Se hace descripción breve y clara de la metodología, técnica y pruebas psicológicas aplicadas y pasos usados para dar respuesta al planteamiento del problema. ejemplo: revisión del expediente, aplicacion de test, entrevista, reporte de datos encontrados, revisión bibliografica conclusiones.

3.-DATOS PERSONALES

Datos personales de la persona de quien se está emitiendo el dictamen psicológico.

4.- REVISIÓN DE LA INFORMACIÓN DOCUMENTALES

Se detalla la información relevante encontrada en los documentos revisados y que tengan relación directa con la denuncia o alegatos que se investigan, historiales médicos, documentos oficiales, denuncias previas, reportes escolares, etc. 

5.- ENTREVISTA

Se reportan los datos obtenidos durante la entrevista, de ser posible organizados por rubros del normal desarrollo psicológico de la personalidad, historia de vida, salud y enfermedades, interacción familiar primaria, historial escolar, desarrollo laboral,  relaciones sentimentales de pareja y matrimonio,  sexualidad, expresión de las emociones,  interacción psicosocial.

6.- VERSIÓN DE LOS HECHOS INVESTIGADOS

En este apartado se trascribe el relato de lo hechos investigados, de la denuncia o alegatos realizados ante la autoridad correspondiente.

7.- CONSECUENCIAS O AFECTACIONES EMOCIONALES DE LOS HECHOS INVESTIGADOS.

Se describe las afectaciones emocionales que sufra la persona entrevistada que tengan relación directa con los hechos o alegatos denunciados.

Así, mismo se toman en cuenta las alteraciones o trastornos psicológicos que no tengan relación directa con los hechos investigados, pero que pueden estar influyendo con  los datos encontrados.


8.-RESULTADOS DE LAS PRUEBAS PSICOLÓGICAS APLICADAS.

En este apartado se describen y analizan los resultados obtenidos a través de las pruebas psicológicas aplicadas, separadas por áreas de acuerdo con las caracteristicas y objetivos de cada prueba aplicada: Capacidad Intelectual, Dinámica de la Personalidad, Valores Personales, Principales Aptitudes, Actitudes, Mecanismos de Defensa, etc.

9.-REVISIÓN BIBLIOGRAFICA  

Se relaciona y analiza la información obtenida durante la revisión documental, la entrevista y los resultados de las pruebas psicolcógicas aplicadas, con lo reportado por investigadores del tema y expertos en la materia.

10.- CONCLUSION

La conclusión del dictamen psicológico deberá dar contestación al planteamiento del problema.

11.- RECOMENDACIONES.

 Se pueden dar recomendaciones de tratamientos psicologicos tendientes a resoler los conflictos sicologicos ocacionados por los hechos investigados.

12.- REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.

Se incluira la ficha bibliográfica completa de cada autor o experto en la materia citado en el dictamen psicológico.


________________________________________
FIRMA NOMBRE Y PUESTO DE PSICÓLOGO, NÚMERO DE CEDULA PROFESIONAL

martes, 28 de junio de 2011

Consecuencias psicológicas de las amputaciones

Para analizar  las consecuencias psicológicas que pueden aparecer en las personas que han sufrido la amputación de una extremidad el psicólogo forense debe considerar varias cosas.
Primeramente,  en la actualidad el ser humano le da una valoración muy importante al cuerpo humano, los estándares estéticos, sociales y psicológicos establecen la necesidad de que los cuerpos de las personas estén integrados al 100%. Y la pérdida de una parte del cuerpo supone la pérdida de funcionalidad dentro del medio social, supone pérdida estética, perdida de oportunidades educativas y laborales.  Casi todo está concebido y diseñado para el ser humano completo.
Las amputaciones pueden ocurrir en tres formas básicas, amputaciones de nacimiento o congénitas,  amputaciones accidentales o traumáticas, que ocurren regularmente en accidentes de tráfico y accidentes laborales y amputaciones por enfermedades. Cada una de ellas trae consecuencias psicológicas diferentes.
Las amputaciones de nacimiento traen consigo problemas para el desarrollo psicológico cognitivo y social,  sin embargo en este caso las consecuencias psicológicas serán en primer instancia para los padres y el grupo  familiar del niño que nace con alguna atrofia corporal en alguna de sus extremidades. Las repercusiones psicológicas en el menor se van ir apareciendo conforme el niño va teniendo conciencia de su cuerpo y del apoyo que tenga de sus padres y familiares va depender si existen consecuencias negativas o no, generalmente este tipo de personas se va a ir adaptando a su situación y va a estar mejor adaptado que las personas que sufren de una amputación súbita.
En el caso de las amputaciones por enfermedad, estas suceden en la mayoría de los casos en personas de la tercera edad con complicaciones con enfermedades crónicas-degenerativas como la diabetes y el cáncer y la amputación es anticipada al paciente y regularmente tiene el objetivo de evitar complicaciones mayores para la salud, mejorar la calidad de vida y en todo caso evitar la muerte y el proceso de adaptación es menos complicado que en las amputaciones traumáticas.
En el caso de las amputaciones súbitas o amputaciones traumáticas como se les denomina medicamente, estas ocurren, valga la redundancia, en un hecho traumático, en un accidente automovilístico, en un accidente laboral, en un atentado violento, en un ataque terrorista. En estos casos las consecuencias psicológicas tienen mayores complicaciones dependiendo de las características de cada persona, de su edad, su sexo, su estado de desarrollo, su actividad laboral o profesional.

Puede tener mayores afectaciones psicológicas si ocurre en una mujer que en un hombre debido a las mayores exigencias estéticas en la imagen femenina. Las mismas consecuencias de naturaleza estética pueden influir si  ocurre durante la etapa de la adolescencia, cuando el joven va cimentando su desarrollo personal en sus características personales. Una amputación de una pierna puede tener mayor afectación psicológica en un deportista que un profesionista.
Las consecuencias psicológicas de una amputación traumática van a variar dependiendo las características de personalidad del amputado.
En todo caso una amputación es la pérdida de una parte corporal y como  en muchos casos una pérdida puede implicar un proceso de duelo por la extremidad perdida. Pero el duelo no se restringe exclusivamente a la pérdida del miembro dañado, sino a la pérdida de un estatus dentro de la sociedad, a la perdida de la “normalidad”, a la perdida de apariencia estética, a la perdida de funcionalidad corporal, a la pérdida de oportunidades, a la pérdida de la “autoimagen”, con todas esas pérdidas la autoestima bruscamente de verá dañada.
El proceso de duelo, será un proceso de adaptación a través de pasos que al ir siendo superados permitirán aceptar la nueva situación.
En su proceso de duelo el amputado pasará por el estado de shock  inicial, inmediato al evento traumático, donde podrá sentirse aturdido, alejado de la realidad, en un estado de sopor etc. posteriormente entrará en la “fase de la negación” donde no aceptará lo sucedido con pensamientos como “esto no me está pasando a mí”, “estoy bien, no pasa nada”, “sigo siendo el mismo” Posteriormente vendrá la “fase del enojo” donde buscara culpables, sentirá rabia, podrá auto culparse, aparecerán los “hubiera”, “si hubiera hecho esto o aquello”; Después vendrá la “fase depresiva” donde buscara estar solo, evitara el contacto con los demás, preferirá estar en casa que salir, podrá tener alteraciones del sueño, insomnio, pesadillas, tristeza, manifestaciones de llanto, cambios bruscos de estado de ánimo, desesperación por no poder realizar las actividades que antes hacía, después pasara a la “fase de aceptación y adaptación” en esta momento comenzará  afrontar cognitivamente sus nueva condición,  se irá adaptando a su situación y se irá reintegrando paulatinamente a su medio social.  Este proceso podrá tener altibajo s, variará dependiendo la personalidad del amputado y de las redes de apoyo así como de la atención profesional recibida.
Las consecuencias psicológicas de la amputación y las fases de duelo podrán  mezclarse también con  síntomas de ansiedad y estrés relacionados con el evento traumático vivido, es posible que aparezcan síntomas del trastorno por estrés agudo o del trastorno por estrés postraumático.

jueves, 17 de marzo de 2011

¿Existe el Sindrome de Alienación Parental?

El Síndrome de Alienación Parental o SAP, es un término acuñado en 1985 por el  profesor de psiquiatría Richard A. Gardner. El observó en algunos casos de divorcios conflictivos o destructivos, un conjunto de síntomas (de ahí el nombre de síndrome) como resultado de un proceso por el cual un progenitor transforma la conciencia, la voluntad y el apego emocional de sus hijos, a través de distintas estrategias, con el objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor, hasta hacerla contradictoria a tal grado de que existan sentimientos de rencor, odio y anulación hacia el otro progenitor.

En otras palabras, se puede decir que el Síndrome de alienación parental es un proceso mediante el cual uno de los progenitores (generalmente la madre) manipula a sus hijos con el fin de generar odio y rechazo hacia el otro progenitor, generalmente al padre.

Sin embargo este proceso ha sido severamente cuestionado pues fue usado por el psiquiatra en casos legales para evitar que algunos padres del sexo masculino, perdieran la custodia de sus hijos en un proceso legal, algunos de estos padres había sido acusados de abuso sexual, lo cual le ganó al profesor la creencia de que era defensor de pedófilos, y el rechazo generalizado hacia su teoría.